Luis Veloso pertenece a esa generación de fotógrafos que busca la belleza en los objetos artísticos prosaicos y mundanos. Su forma de entender y ver el mundo transita en una difusa frontera que mezcla realismo e idealismo.
Si la carga conceptual de la obra resulta evidente, su estatus artístico adquiere una notable relevancia debido al magnífico aprovechamiento del potencial estético del motivo, trasformado por la luz de tal manera que llega a cuestionar su naturaleza, su realidad como modelo. Veloso capta el instante mágico de la soledad y es la luz su principal protagonista.
Luis Veloso crea una serie de muy sugestivas esculturas de luz, geometrías simples por otra parte, en repetición serial y código minimalista. Una poética plástica que ha dado lugar a nuevos paisajes de misteriosa belleza en su desolación.