La pintura y especialmente el arte gráfico es el medio de comunicación que le permite trasladar con más fuerza las ideas y el pensamiento.
Dentro de sus obras siempre hay una mirada puesta en la sociedad, en las relaciones humanas y cómo evolucionan. Le gusta asemejarlas a los movimientos de la naturaleza, a como bulle en cromatismo, en ruptura y movimiento.
La contemplación de estos procesos naturales se puede trasladar de manera fiel a los procesos sociales, permanentemente en movimiento por cuestiones geográficas, políticas, etc.
Ser solo un espectador intentando modificar el entorno lo menos posible, poder expresar en las planchas de grabado o lienzos la información contenida en el proceso de observación, hace que pueda encontrar un espacio para la libertad, para la calma, para gritar y esconderse. Las formas naturales solo vuelan y revuelven los procesos, le gusta pensar en qué punto de toda esa dinámica se puede encontrar como autora, también el espectador.
La espera y la contemplación forma parte del recogimiento de la obra, en la que espera que, como en la naturaleza, siempre posea algún elemento latiendo.